Me tocó cortarle su cordón pues su madre, Leng Mau no se daba a basto pariendo 5 bebés. Eso fué en marzo del 2006. Sus hermanos fueron adoptados y el también pero por circunstancias extrañas volvió a su casa. Su maullido era una especie de Iiiiii! larga... Sus hermosos ojos, uno azul como los de su segunda madre Swettie, y el otro verde como su madre biológica (esa es la explicación que me dió Almendra). Blanco como un fantasma, por eso su nombre: Casper. Hermoso y gallardo, cariñoso y fiel como un perro. Me acompañó a bañarme todos los días sin falta el tiempo que vivió con nosotros, nunca me bañé sola :) Este muñeco nos dejó ayer por la noche, como nos dejó su madre hace 2 años. Ambos fueron víctimas de una de las peores plagas que sufren los gatos: leucemia felina. Maldita sea (perdón!) que no hay manera de evitar que enfermedades como esta, como el SIDA felino, la panleucopenia y la peritonitis infecciosa felina se lleve a pedacitos mi corazón. Muchos se me han ido ante mi impotencia y desesperación. Solo me consuela saber que ya no sufriran mas aunque los extrañe tanto.
