En días pasados regresaba de pasar la Navidad en La Piedad, Michoacán con mi familia. En el camino encontré una volcadura en el cual algunos de los ocupantes -una familia- resultaron muertos. Fué muy impresionante ver los cuerpos cubiertos por mantas en la carretera.
Mas adelante, llegando a Maravatío vi a lo lejos un pequeño perrito, no mas grande que un poodle con su pata lastimada y los automoviles tratando de esquivarlo. Afortunadamente la cercanía al pueblo hacía que los coches disminuyeran forzosamente la velocidad. Como podrán adivinar, me salí de la carretera, estacioné la camioneta y me bajé en un intento por sacar esta pequeña criatura de una muerte inminente. Me percaté que no vinieran autos y me avalancé sobre el perrito que no dejó que me acercara. Me salí de la carretera para que no me atropellaran rezando para que el chiquito saliera de ella. Voltee mi cabeza hacia el otro lado y vi un coche que había volcado a unos 100 metros de mi. Le lancé el teléfono a Almendra y le grité que llamara al teléfono de emergencias y corrí hacia el coche. El perrito salió ileso de la carretera y corrió hacia el campo. Los empleados de una gasolinera cercana estaban ayudando a salir del coche a una señora a punto de un ataque de nervios y su joven hija quien iba al volante. Abracé a la señora y la alejé del coche por si acaso. Ella solo atinaba a decir que todo habia sucedido por que su hija había evitado atropellar al perrito. Le dije que el perrito ya estaba a salvo y ella atinó a decirme que lo bueno es que todos estaban bien y que al final de cuentas el coche son solo fierros.
Moraleja:
1.- Tengan mucho cuidado al manejar pues todos los que amamos a los animales siempre trataremos de evitar atropellarlos instintivamente.
2.- Mi reconocimiento a esta chica que por evitar matar al perrito tuvo un accidente que pudo ser tan grave como el primero que mencioné. Donde quiera que esté esta niña, un abrazo fuerte y que Dios la bendiga y cuide como ella cuidó a este inocente.
Mas adelante, llegando a Maravatío vi a lo lejos un pequeño perrito, no mas grande que un poodle con su pata lastimada y los automoviles tratando de esquivarlo. Afortunadamente la cercanía al pueblo hacía que los coches disminuyeran forzosamente la velocidad. Como podrán adivinar, me salí de la carretera, estacioné la camioneta y me bajé en un intento por sacar esta pequeña criatura de una muerte inminente. Me percaté que no vinieran autos y me avalancé sobre el perrito que no dejó que me acercara. Me salí de la carretera para que no me atropellaran rezando para que el chiquito saliera de ella. Voltee mi cabeza hacia el otro lado y vi un coche que había volcado a unos 100 metros de mi. Le lancé el teléfono a Almendra y le grité que llamara al teléfono de emergencias y corrí hacia el coche. El perrito salió ileso de la carretera y corrió hacia el campo. Los empleados de una gasolinera cercana estaban ayudando a salir del coche a una señora a punto de un ataque de nervios y su joven hija quien iba al volante. Abracé a la señora y la alejé del coche por si acaso. Ella solo atinaba a decir que todo habia sucedido por que su hija había evitado atropellar al perrito. Le dije que el perrito ya estaba a salvo y ella atinó a decirme que lo bueno es que todos estaban bien y que al final de cuentas el coche son solo fierros.
Moraleja:
1.- Tengan mucho cuidado al manejar pues todos los que amamos a los animales siempre trataremos de evitar atropellarlos instintivamente.
2.- Mi reconocimiento a esta chica que por evitar matar al perrito tuvo un accidente que pudo ser tan grave como el primero que mencioné. Donde quiera que esté esta niña, un abrazo fuerte y que Dios la bendiga y cuide como ella cuidó a este inocente.